Winter is coming: consejos para tener tu caldera a punto

El frío llega sigiloso. Su paso es inexorable y nada puede detenerlo. Si no quieres terminar convertido en un caminante blanco, sigue estos consejos. Tu caldera rendirá al máximo y ahorrarás en la factura. 

“Hace miles y miles de años hubo un invierno frío, duro y largo como jamás hombre alguno había conocido”. La Vieja Tata siempre lo advertía: “cuídate del largo invierno”.

Aunque "Juego de Tronos" ya se ha terminado, va siendo hora de poner a punto la caldera. Estar calentito es una cuestión técnica: si tu caldera no falla, el calor está garantizado. Pero también es un tema económico: tu consumo de calefacción equivale aproximadamente al 25% de todo lo que gastas al año en energía.

Si no quieres ni pasar frío ni derrochar energía, debes prestar especial atencion al mantenimiento periódico de tu caldera. La fórmula es sencilla: Avería = Frío + Gasto. 

La revisión oficial de la caldera

El reglamento es claro e indica que si tienes una caldera en tu casa debes revisarla como mínimo una vez cada 2 años.

Es muy importante que no confundas la revisión de la caldera con la inspección de la instalación del gas:

• La revisión afecta solo a tu caldera y es obligatoria cada 2 años (aunque todos los seguros de mantenimiento incluyen la revisión anual). Eres libre de elegir quién tiene que hacerla: puedes contratar un seguro o bien llamar directamente a un técnico autorizado. 
• La inspección de la instalación se preocupa del contador del gas, las tuberías, las llaves, las gomas... Es obligatoria cada 5 años (4 años en el País Vasco) y se encarga tu compañía distribuidora de gas: ellos te llamarán para avisarte, enviarán al técnico y te cobrarán el coste como una parte añadida a la factura. 

Un mantenimiento adecuado de la calefacción permite ahorrar un 10% en consumo

Los 10 consejos para no convertirte en un caminante blanco

Sigue estos sencillos consejos y ya verás cómo te conviertes en el verdadero Rey del Norte:

1. La limpieza es la clave. Tu caldera funcionará mejor si está limpia. Fíjate también en el hollín porque su exceso podría significar una mala combustión. Y ya que estás, revisa las juntas para comprobar que no existen entradas de aire indeseadas, las cuales también disminuyen la eficiencia de la caldera.
2. Revisa las rejillas de ventilación y comprueba que nos están obstruidas. Procura que estén siempre limpias y despejadas.
3. Una caldera bien conectada es una caldera feliz. Nunca está de más asegurarse de que todas las conexiones se encuentran correctamente enchufadas. Comprueba tanto la conexión eléctrica como las tuberías del gas y las tomas de entrada y salida de agua. 
4. La presión adecuada. Lo normal es que la presión de tu caldera oscile entre los 1,2 y los 1,5 bares. Enciéndela, espera unos minutos y comprueba que se encuentra entre estos parámetros. Si la presión es mayor “purga” alguno de los radiadores para disminuirla. Si, por el contrario la presión es demasiado baja, tan solo abre ligeramente la llave para llevar más agua al circuito de calefacción.
5. Encuentra tu temperatura. Punto crucial para tu confort y… tu bolsillo. Te recomendamos mantener una temperatura de 18ºC cuando no estés en casa o mientras duermes, y de 21ºC como máximo durante el resto del tiempo. 
6. Atento a tus radiadores. Debes purgarlos para eliminar el aire acumulado en su interior. Coge un destornillador y un recipiente para no bañar tu moqueta y gira poco a poco la válvula de purgado de todos los radiadores. Escucharás un silbido. Cuando cese y comiencen a salir gotas de agua, cierra el purgador. Con ello conseguirás que tus radiadores calienten de forma uniforme y aprovechen mejor la energía. Un truco: si los radiadores están calientes por la parte inferior y más fríos por la superior es que ha entrado aire. Ya sabes lo que tienes que hacer...
7. Si vas a estar ausente durante un tiempo, cierra la llave general de paso del gas.
8. Contacta con personal autorizado ante cualquier duda o para cualquier modificación que se te ocurra llevar a cabo.
9. Ojo a los fraudes de las revisiones de gas. No dejes entrar en tu casa a los caminantes blancos. Tienen la piel blanca y los ojos azules pero no son nórdicos. 
10. Si detectas olor a gas, abre inmediatamente puertas y ventanas; no acciones ningún interruptor eléctrico, cierra la llave de paso de gas y llama al servicio de atención de urgencia.

La tranquilidad más cálida

Tienes demasiadas cosas en las que pensar cada día. No hagas que las revisiones de la calefacción sean una más. Despreocúpate con un seguro de mantenimiento que te incluye la revisión anual de la caldera y un técnico a tu servicio que se presenta en tu casa en menos de 3 horas. A cualquier hora del día, cualquier día del año.

No lo dudes, no vas a encontrar nada mejor. Bueno… a menos que te hagas con un dragón. Entonces podrías decirle adiós al gas, a la caldera y hasta al Rey de la Noche. ¡Dracarys!

Pon la calefacción a 18ºC cuando no estés en casa y a 21ºC cuando estés